domingo, 25 de agosto de 2013

Alumno 4


Elaborado por Talia Garavito Ubillus. 8 de septiembre de 2013. 12:44 hrs


2.       Presentarán una reseña sobre los contenidos principales contenidos en cada una de las páginas (vea la tarea 6 del alumno 1 para una referencia) (4 puntos).


La Pobreza en Zimbabwe

Zimbabue afronta hambrunas severas, una economía arruinada y una de las tasas de infecciones por SIDA más altas del mundo.

El índice de pobreza en Zimbabwe no deja de crecer año tras año, actualmente es superior al 80% de sus habitantes, quienes mayoritariamente sobreviven del trueque, ayuda humanitaria y el dinero que les envían sus familiares desde el exterior. En un país con una inflación desorbitada, superior al 100.000% (la moneda casi no vale nada), es fácil entender que todo desaparece, todos huyen, primero los que pueden permitirse el viaje y comenzar de nuevo en otra parte, segundo todos los demás, de ahí que los profesionales como médicos, investigadores, empresarios, ya casi no haya en todo el país.

El gobierno de Zimbabue se enfrenta a una amplia variedad de difíciles problemas en su economía, al cesar sus esfuerzos en fomentar una economía de mercado. Esos problemas incluyen una notoria falta de divisas, hiperinflación y escasez de provisiones y artículos. Su participación en la guerra de 1998 a 2002 en la República Democrática del Congo, por ejemplo, significó un egreso de cientos de millones de dólares de su economía.



La Pobreza en Haiti

Haití tiene la renta per cápita más baja de todo el hemisferio occidental, es decir, que puede considerarse el país más pobre de toda América. Los indicadores sociales y económicos colocan a Haití en puestos descendentes detrás de otros países en vías en desarrollo de bajos ingresos desde los años 80.

Aproximadamente un 70% de la población vive en la pobreza, incluso comen galletas de lodo para matar el hambre. Alimentación, agua potable, facilidades sanitarias, salud, vivienda, educación, información, acceso a servicios son todos los recursos que hacen falta.

Las condiciones de vida y salud son muy precarias. La pobreza es el denominador común de una población con índices sanitarios muy por debajo de lo establecido. El 47 % de los haitianos sufre de desnutrición crónica y de los que sobreviven, un 60 % muere de VIH-SIDA. La vida de los habitantes se desarrolla en las calles; allí es donde compran los víveres, se deambula, se duerme, se come, se bañan y muchos mueren. La gran mayoría de la gente no tiene empleo (aproximadamente 80%) y un número importante de niños (aproximadamente 80%) no va al colegio.


3.      Presentarán una reflexión sobre el significado ético del tema tratado en la que aplique la definición de ética, moral, área gris, globalización, responsabilidad corporativa y stakeholders (6 puntos).

Hoy en día nos hemos acostumbrado a convivir con un hecho de proporciones apocalípticas: alrededor de 2.800 millones de personas (el 46 % de la humanidad) viven en la pobreza. Cada año mueren unas 18 millones de personas a causa de la pobreza extrema y masiva. Con sólo transferir el 1% de la renta global agregada de los ciudadanos de los países ricos, se erradicaría la pobreza extrema.

Ante el conocimiento de estos datos nuestra primera intuición moral, es que debemos hacer algo para acabar con la pobreza extrema o, como mínimo, para reducir sus descomunales cifras. Los pobres deberían ocupar, un lugar muy importante en nuestro ámbito de incumbencia moral. Sin embargo, el hambre y la pobreza extremas no son una preocupación prioritaria para los ciudadanos de los países más ricos sino un problema que perciben muy alejado de su realidad social e individual.

La pobreza extrema, caracterizada por el hambre y la malnutrición, la falta de cobijo, el analfabetismo, la enfermedad, la alta tasa de mortalidad infantil y la baja esperanza de vida, es algo malo. Y los más favorecidos tenemos la posibilidad de reducir dicha pobreza, sin tener que sacrificar nada de importancia moral comparable. Si ambas presunciones son correctas, tenemos la obligación de ayudar a aquellos que vivan en absoluta pobreza. El hecho de no prestar la ayuda necesaria estaría mal, independientemente de que sea intrínsecamente equiparable o no al acto de acabar con una vida. Tradicionalmente se ha pensado que se trataba de un acto de caridad: ayudar es digno de elogio, pero no ayudar no es malo. Pero no se trata de eso. Se trata de algo que todos debemos hacer.

Entonces si la ética estudia el bien y el mal relacionado con el comportamiento humano y con la moral. Podemos concluir que éticamente este es un problema al cuál no se le está prestando la atención necesaria y el cuál debería ser problema de todos los que pueden ayudar.


Bibliografía


  
4.      Presentará información sobre la incidencia del problema en nuestro país. (4 puntos)

 Pobreza en el Perú

El Perú es un país pobre en el que se produjo un marcado aumento de la pobreza entre fines de la década de 1980 e inicios de la de 1990. El empobrecimiento reciente ha sido quizás uno de los mayores de la región, llegando a alcanzar tasas de pobreza que no se han logrado revertir. No solo es que aumentó la tasa de pobreza, sino que hubo un cambio drástico en la proporción entre pobres y no pobres.
La pobreza, incluye un bajo nivel sostenido de los ingresos de los miembros de una comunidad, la privación de acceso a servicios como educación, mercados, sanidad o posibilidad de tomar decisiones, y también la falta de prestaciones comunitarias como agua, alcantarillado, carreteras, transporte y comunicaciones.

En el Perú existen 2 niveles de pobreza:
-       Pobreza Absoluta: cuando ciertos estándares mínimos de vida, tales como nutrición, salud y vivienda, no pueden ser alcanzados.  
-       Pobreza Relativa: cuando no se tiene el nivel de ingresos necesarios para satisfacer todas o parte de las necesidades básicas.  

Sin embargo, la pobreza ha ido decreciendo en nuestro país:




5.     En el blog, hará un análisis de impacto financiero para determinar si sería más efectivo para aliviar el problema iniciar un proyecto de fundación local, para resolver el problema desde nuestro país, o recabar más donantes para la fundación ya existente. (4 puntos) 

Analizando el historial de las fundaciones ya existentes en nuestro país para erradicar el problema de la pobreza, nos podemos dar cuenta que hay una gran variedad y creemos que en vez de crear una nueva fundación lo mejor sería recabar más donantes para las ya existentes.

Si ya existen fundaciones para ayudar a la pobreza en nuestro país, ¿Para que seguir dividiendo a la población? Nuestro objetivo es el mismo, entonces es más efectivo ayudar a fundaciones ya existentes, en las cuáles ya existen donadores y simplemente recopilar más.

Hemos encontrado una fundación: Porvenir Perú y sabemos que impactará más económicamente si nos involucramos es esta que crear una nueva.










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